jueves, 16 de junio de 2011

El Muñeco de la Mafia (Pt. 2)

Exceptuando la estatura, todo en su vida era exceso: alcohol, mujeres, balas, muertos, sangre, drogas, billetes verdes, azules, naranjas, balas, comida, boleros, fiestas, orgías, balas, balas, balas. Pero tal vez lo más ostentoso que tuvo El Duende Boresca fue una versión en miniatura del increíble palacio que en 1654 el emperador mongol Sha Jahan construyó en honor a su esposa preferida, Mumtaz Mahal: El Taj Mahal. El Duende, haciendo uso de sus extraordianrias capacidades intelectuales, le puso a su miniatura el creativo nombre de Majal Tah.

Este palacio ubicado en la Amazonía cocalombiana, se camufló de aviones, radares y helicópteros durante 30 años, hasta que fue descubierto por un distraído biologo que buscaba mutaciones en fauna y flora amazónica tras la exploción del volcán radiocativo del Chimborazo, en Ecuador. El Palacio es una replica exacta del original en India, solo que su tamaño y el de todo su mobiliario está adecuado a las proporciones del Duende.

Las paredes, hechas en mármol, piedra arenisca o piedra pulida, están decoradas con piedras preciosas y semipreciosas: jades, rubíes, amatistas, diamantes, pero principalmente -aquí difiere del original- esmeraldas, "pues hay que apoyar a las empresas nacionales, que tanto me han apoyado a mí", decía Boresca. Otra diferencia sensible se puede apreciar en la capilla: en vez de motivos de plantas como tiene la mezquita del original, hay en las paredes mosaicos hechos de piedras semipreciosas y vidrio pulido sobre las doce estaciones de Cristo. En la cúpula interna de este mismo recinto, se encuentra un mosaico con la imagen del Divino Niño.

El resto del edificio copia fielmente al Palacio hindú: los inmensos jardínes, la intricada decoración y el tallado en paredes y techos, los balcones, las habitaciones con sensuales aceites aromáticos y camas con almidonadas sábanas que invitan al disfrute de los placeres carnales (estas camas eran más bien sillones para las personas de tamaño normal). Pero es el mausoleo el que reproduce con mayor fidelidad al Palacio original: un sultán caído, traicionado por su hijo, con el único amor de su vida: su esposa, en el caso del mongol, y en el del narco, incrustada en la mitad de la frente, una bala.

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