sábado, 10 de agosto de 2013

Incertidumbre

En mis sueños todavía nos sueñas soñando nuestra vida soñada. Y toda esta cacofonía no es gratuita, porque así fuimos nosotros, un montón de palabras dichas una y dos y tres veces, solo para asegurarnos que sí era real, que sí eras tú besándome la sonrisa y sí era yo besándote los lunares.

Soñarsoñarsoñarsoñar. A veces de tanto repetir una palabra nos resulta ajena, un montón de símbolos que juntos deberían significar algo, pero aunque lo intentemos para nosotros solo son letras lanzadas al azar en el papel, sólo son números lanzados al azar en el reloj, son animales escogidos al azar de las praderas africanas. Y las palabras que nunca antes dijimos parecen ser las únicas que tienen sentido, y decidimos usarlas. El nosotros se transforma en yo, y la sonrisa vuelve a ser de autoría propia.


Tal vez lo que necesitamos es dejar de decir nuestras palabras, a ver si recordamos su significado. Ojalá un día nos encontremos y después de tanto silencio, podamos hablarlas de nuevo, gritarlas, dejar que nos llenen la boca de flores. O quizás podamos hablar unas nuevas, desconocidas, recién nacidas. Ojala ese día si te sueñas solo, yo me sueñe sin tí, y si te sueñas conmigo, yo lo haga a tu lado. Ojalá nuestros sueños se alineen otra vez.


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