lunes, 29 de julio de 2013

El Sueño de la razón produce monstruos


El reloj debería saltarse ciertas horas, porque son demasiado hermosas para soportarlas. Solo duran 60 segundos, pero todo puede pasar cuando se encuentran cuatro unos o un par de doces. Los relojes deberían construirlos para que en esos minutos clave nada pudiera pasar, que de las seis con cinco se pasara en 120 segundos a las seis con siete, y de dos veintiuno a las dos veintitrés. Así esos 60 segundos quedarían vetados ante el conocimiento humano, y un par de amantes que distraídos posan su mirada en la una y un minuto no tendrían que olvidar ese pedacito de perfección una vez su tiempo juntos ha terminado.